martes, 11 de octubre de 2011

Generación 9/11: Resultado de Una Influencia No Normativa

Gracias al "derrocamiento" de la dicotomía excluyente de herencia VS experiencia, la psicología se ha visto envuelta en un constante enfrentamiento entre las condiciones innatas que posee un individuo para desarrollarse y hasta que punto afecta su interacción con el ambiente. En base a esto último, se tiene por entendido que un ser humano en crecimiento se ve afectado de manera significativa por lo que ocurre a su alrededor, cambios en su entorno y su propia acción sobre el ambiente en el que vive. Dentro del libro Desarrollo Humano, de Papalia, Wendkos y Duskin, se definen los dos tipos de influencia que vive el ser humano para alcanzar cierto grado de desarrollo:
En primer lugar están las normativas, que son aquellas que se experimentan de la misma manera en un grupo determinado ya sea por edad o por la historia. Ejemplo de estas influencias son la forma en que reciben fenómenos biológico como la pubertad, sociales como el matrimonio o la forma en que dicho grupo se desenvuelve a partir de haber vivido ciertas situaciones comunes en un periodo de tiempo determinado. En segundo lugar existen las influencias no normativas, que son eventos agradables o desagradables que no suceden en una base regular.
Hoy en día, contamos con un ejemplo perfecto sobre la influencia normativa histórica en los niños y niñas nacidos hacia principios del siglo XXI: el haber presenciado, de manera directa o indirecta, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Según un artículo del Journal of Psychomatic Research, los bebés que nacieron de 3 a 6 meses después de ocurrido el ataque a las Torres Gemelas, pesaron en promedio 50 gramos menos de lo habitual. Bebés que nacían en países tan lejanos como Holanda, mostraban dicha tendencia, y ni se diga de los bebés nacidos en Nueva York, hijos de mujeres que vivieron el atentado de manera directa (hasta 120 gramos más pequeños).
De acuerdo con los médicos, el estrés general provocado por el evento, así como los diferentes contaminantes ingeridos por las madres fueron el disparador para este fenómeno.

En otro punto, los niños que también presenciaron el ataque, a 10 años de distancia, presentan una fuerte tendencia a  tener ataques de ansiedad, propensión a discriminar gente que proviene de países musulmanes, y pánico irracional.

Nacieron bebés de menor peso en clima de miedo tras el 11-S

‘Generación 9/11’: niños con héroes y villanos de carne y hueso en EEUU

Fuente:
Papalia, Wendkos y Duskin (2004) Desarrollo Humanohttp://es.scribd.com/doc/51551945/primeras-50-paginas-PAPALIA-DESARROLLO-HUMANO-9%C2%B0-EDICION

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